Nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad y donde las gentes condenados a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra. Gabriel García Márquez

martes, 6 de diciembre de 2011

Autismo sin mitos ni usos peyorativos


Ayudando a difundir lo que merece la pena. Y merece la pena este blog: Hasta la luna ida y vuel...TA.

Personas, siempre personas

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